Este cafre, al que se le volvió a dejar jugar despues de la agresión de Casquero, ayer volvió a hacer de las suyas propinando con toda la intención del mundo un pisotón a Messi en su mano derecha. Parece que la ínfima cantidad de masa cerebral que le queda al "navajero" se ve completamente combulsionada cuando el equipo blanco se siente incapaz e impotente de hablar sobre el terreno de juego a través del lenguaje del fútbol. Y esto es tanto así, que solo le falta llevar una pistola escondida en el calzón como hiciera seguramente allá en su Brasil natal de la mano de los narcotraficantes en las Favelas.
Pero no hay que echarle toda la culpa a este pobre diablo que no sabe decir nada a través del lenguaje del fútbol, nos debemos fijar también en su amargado entrenador, que probablemente tenga a este animal como una proyección de su personalidad en el campo. Un entrenador frustrado que cuando no es capaz de ganar con futbol y juego limpio, ordena desde la sombra hacer una escabechina con el primero que se le cruza a su perro de presa haciendo siempre el máximo daño posible.
Lo peor de todo, es la cutre imagen que dan estos dos individuos rastreros al madridismo tan casto y puro durante toda una historia plagada de éxitos y grandeza. Están hundiendo mediáticamente al mejor club de la historia del fútbol espaol.
El cáncer del madridismo hoy tiene un nombre se llama Pepe y su síntoma principal e incurable, Mourinho.
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